El vino desinhibe, suelta la lengua y abre los ojos del corazón, por eso ha sido siempre un canal por el que fluye la alegría y un vehículo para la amistad. Nuestro vino procede de cepas plantadas con amistad, abonadas con lealtad, y vendimiadas con alegría para que nuestro socio y amigo Ángel Calleja lo elaborase con su magistral destreza y lo redondease con más amistad.